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本帖最后由 rmj 于 2020-12-14 10:13 编辑
YouTube视频被删了。这里有新的视频. 从第4分钟开始:
https://www.youtube.com/watch?v=B9Rn7pz2TGE
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-Este es Salvador Dalí: perverso, polimorfo, anarquista, surrealista, excelso, divino, déspota supremo que rompe con todo. El Dalí poseído de un delirio furiosamente dionisíaco. El Dalí ávido de dólares. El Dalí...
- Y ... me excuso... y monárquico
- Y por encima de todas las cosas siempe ha dicho y se ha autoproclamado monárquico.
- Pero no políticamente. Metafísicamente. Para mí la monarquía es la prueba de la validez del ácido desoxirribonucleico. O sea que desde la primera célula viviente hasta la última, todo se ha transmitido genéticamente. Pero no políticamente, porque soy apolítico total. O sea, si saliera un partido monárquico, nunca quisiera participar en ese partido.
- En un partido daliniano acaso?
- Tampoco. En absoluto
- No estaría dispuesto?
- Cada día soy más antidaliniano. A medida que me admiro más, encuentro que soy una real catástrofe. Lo he dicho muchas veces... si hubiera dos mil Picassos, treinta Dalís... cincuenta Einsteins, pues el mundo sería prácticamente inhabitable... pero que nadie se espante, no los hay.
- Afortunadamente, o quien sabe si infortunadamente. Es curioso que Salvador Dalí últimamente se apostrofa mucho. Dalí en los viejos tiempos tenía una tal autoadmiración, una admiración por sí mismo, que siempre hablaba de sí mismo en términos encomiásticos y de excelsitud.
- Pues ahora no, ahora no.
- Y ahora por ejemplo aquí Dalí escribe a Dalí y le llama puerco.
- Exacto.
- Como es posible?
- Ah no, no. Pero puerco en el buen sentido de la palabra. Mire la ilustración del principio del libro, en el cual se ve un puerco que va hacia el plus ultra. Exactamente. Eso se tiene que ver.
- Tenemos aquí una ilustración de este libro que se llama "carta abierta a Salvador Dalí" escrita por Salvador Dalí, en la que hay dos Dalís enfrentados, dos Dalís ...
- Exactamente. Y un puerco que soy yo. Que voy hacia el non plus ultra, que se quitó el non y se dice plus ultra.
- Más allá todavía.
- Más allá todavía. Que hacen los puercos, porque los puercos nunca retroceden. Jesuíticamente van de un lado a otro. Pasan a través de mil viscosidades (innombrables?), pero siempre un paso más adelante.
- Es curioso que a Salvador Dalí le conoce el mundo entero como pintor, y sin embargo, pienso que sus obras literarias son realmente importantes. ?no habrá más un escritor que un pintor en Salvador Dalí?
- Mi padre, que era notario, pero que tenía una cierta afición a las artes, decía que soy mucho mejor escribiendo que pintando. Y seguramente es verdad, porque los pintores somos muy burros, en general, en cambio los escritores son mucho más inteligentes. Y si yo fuera menos inteligente, pues, indiscutiblemente pintaría mucho mucho mejor.
- El padre de Salvador Dalí, notario en Figueras, es un personaje que figura naturalmente inscrito, no ya desde antes en la biografía de Salvador Dalí, sino que diríamos también que es una constante a lo largo de su vida. ?de qué manera el padre de Dalí y Dalí han sido al mismo tiempo gentes que se han amado y que se han odiado?
- Es el mito de Guillermo Tell. Mi padre me expulsó de la familia, después de los desastres que tuve en la Escuela Real de San Fernando, sobre todo a propósito de un incidente, un consejo de disciplina. Vino el momento de examinarme de Historia del Arte, hicieron aquello de las bolitas, y a mí me toca Rafael. Entonces me dirijo al tribunal y digo: no me puedo examinar, porque yo, Dalí, se tanto sobre Rafael, mucho más que los tres profesores juntos, que no puedo examinarme. Y me echaron de la Real Academia de San Fernando. Y esas cosas naturalmente a mi padre le apesadumbraban enormemente.
- Y ahí empezó entonces la discrepancia padre hijo.
- Exactamente, hasta expulsarme de la familia.
- Pero llegó luego la reconciliación en algún momento.
- Al final de su vida, sí. Pero la cosa que le hizo más mal efecto, probablemente fue que no podía escribir con ortografía. Entonces, una vez escribí la palabra revolución con cuatro faltas de ortografía. Porque empecé la revolución, puse dos erres, naturalmente, depués la be no era la que tenía que ser, después en medio sentí que me tenía que parar un poco, no?, que tenía que... y entonces puse una hache. En fin y acabé con una te, que entonces mi padre se metió en la cama y dijo: este chico, pase lo que pase, tiene que morir cubierto de piojos. ?qué hubiera pasado si no hubiera sido que mi esposa Gala, que es de Stalingrado, no de Stalingrado, pero que es rusa y tiene la fuerza de una Batalla de Stalingrado se puso a protegerme y ella hizo mi éxito mundial.
- Pero de todas maneras un cierto complejo de Edipo sí ha venido arrastrando en su vida Salvador Dalí?
- No. Yo he tenido el mito de Guillermo Tell. Yo siempre he sentido una manzana encima de mi cabeza, con el peligro de esa expulsión familiar.
- Gala, entonces, significa la aparición en la vida de Salvador Dalí del elemento liberador y catalizador al propio tiempo.
- Exactamante. Y al mismo tiempo es mi inspiración. Y además ahora voy a decir una cosa que nadie hace, creo, sobre todo en medio de los artistas, y es que cuando me casé litúrgicamente con Gala, me quedé con unas ganas locas de volverme a casar. Me gustó mucho. Y entonces al llegar a Port Lligat (???) había un cura que se lavaba los pies en el mar y le dije: me gustaría volverme a casar. Dice: se puede hacer, con el rito copto, que es perfectamente compatible con el rito cristiano. Entonces, ahora anuncio que yo me quiero volver a casar con mi propia mujer en los momentos en que todo el mundo (se) divorcia. Yo otra vez, como un puerco, como he dicho antes, adelante, me vuelvo a casar con Gala.
- Por segunda o por tercera vez?
- No, no, por segunda vez. Litúrgicamente ya no se puede más.
- Ya no se puede más.
- Ya no se puede más.
- Según todos los ritos , ahí se acaba.
- Pero el cura nos dijo que para nosotros no a?ade nada ni quita nada. Entonces, una cosa que no sirve para nada y que sea sagrada, eso es para Dalí.
- Hecha como a la medida.
- A la medida, a la medida.
- Realmente ese es, diríamos, el sacramento lujoso...
- El plus ultra, exactamente, el más allá todavía.
- Esa ceremonia no nos la vamos a perder.
- Yo tampoco. |
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