Hace cuatro años, las agencias Moodys y S&P rebajaban la calificación de medio centenar de bonos respaldados por
hipotecas
subprime. Una semana después, el 18 de julio de 2007, Bear Stearns reconocía que el valor de dos de sus hedge funds era cercano a cero al contar como subyacente estas hipotecas de baja calidad.
Al menos desde febrero de 2007 se habían lanzado avisos sobre la peligrosidad de estos productos. Además, el peligro del pinchazo de la burbuja inmobiliaria se había hecho notar en la caída de cotizaciones de inmobiliarias y constructoras, pero no sería hasta mediados de julio cuando se vislumbraría el germen de una crisis que perdura en la actualidad.
Desde el anuncio de Bear Stearns hasta la actualidad un activo de inversión se ha constituido como claro perdedor de la crisis: la renta variable, y más concretamente la de los países desarrollados. Los valores de la bolsa española están entre los más perjudicados.
Así, sólo siete de las 105 compañías (6,5%) que llevan cotizando durante los últimos cuatro años registran números positivos en el mercado español. El lado de las pérdidas registra un
batacazo descomunal para algunos valores, especialmente los relacionados con el ladrillo. Empresas como Fergo Aísa, Colonial, Quabit, Urbas, Renta Corporación o Metrovacesa pierden más del 90% de su valor.
De hecho, 65 compañías nacionales (62%) pierden al menos el 50% de su valor. Trece de ellas acumulan pérdidas superiores al 90%. Dentro del Ibex, las mayores caídas las sufren Gamesa (-81,7%), Sacyr Vallehermoso (-80,6%), Popular (-71,7%), FCC (-71,6%) y Mediaset (-69,35).
Claro que hay parqués peores: el
Nikkei sólo ve cinco compañías ganadoras de un total de 213, un 2,3% del total. Las triunfadoras son Yuoasa Corp y Fast Retailing, que ganan más del 70%, además de Softbank Corp (15,3%), Fanuc Corp y Fuji Heavy.
La renta variable europea se muestra más dispar, aunque en ninguna bolsa se registraron ganancias. ElEurostoxx
registra un comportamiento bastante deficiente, aunque consigue colocar a
nueve de sus 50 valores en positivo
durante la crisis, un 18%, un porcentaje más elevado que el de la bolsa española y de el propio Ibex.
Encabezan las ganancias LVMH, BMW y BASF. El balance de pérdidas es, sin embargo, desolador. Aparte de Nokia –la peor compañía en estos cuatro años- destaca la hegemonía de la banca continental en el bando perdedor. Entre los diez peores se sitúa el español BBVA, aunque la mayor parte de la banca lo hace peor: sólo mejoran su rendimiento Santander (-41,3%) y BNP Paribas (-37,8%).
Los valores estadounidenses registran una mejor evolución que los del Viejo Continente. En el S&P 500, casi la mitad de las compañías (47,7%) rinden en positivo. A la cabeza de las ganancias se sitúa Netflix, con un impresionante 1.360% de revalorización. Pricelines.com gana un 665%, mientras que Chipotlet Mexican, Edwards Life, Salesforce y Amazon superan el 200%.
Las pérdidas también son importantes, aunque sólo tres compañías caen más del 90%: American Internacional, Extrade Financial y Citigroup.
El índice Dow Jones recoge números verdes en cuatro años para trece de sus treinta empresas. McDonalds e IBM lideran el ranking, mientras que las mayores caídas las sufren Bank of America y Alcoa.
LAS BOLSAS DEL PRIMER MUNDO, EN NEGATIVO DESDE HACE CUATRO AÑOS
Las bolsas de los países desarrollados siguen sin levantar cabeza: ninguna rinde con números positivos en cuatro años. El
Ibex 35
cae un 32,9%; algo más, un 38,1%, cae el conjunto de la bolsa española. La actuación menos mala es para
el parqué alemán, que
solo
pierde un 7%, seguido por Londres, con una caída del 9,6%, ampliada al 31,9% para un inversor en euros por el efecto divisa.
Los índices estadounidenses están entre los menos damnificados. De hecho, el
tecnológico Nasdaq ya presenta números verdes: gana un 4,2% (un 0,4% trasladado a euros). El Dow Jones pierde un 9,8% y el S&P 500 un 13,8%.
De entre los países desarrollados,
sólo encontramos a Israel y a Corea del Sur con ganancias
en el parqué: la bolsa de Tel Aviv se ha revalorizado un 6,7% (un 27,2% con el efecto divisa), mientras que la coreana lo ha hecho en un 18,3%, aunque registraría unas pérdidas del 2,3% con el cambio de moneda.
Los peores números los registran los países europeos más castigados por la crisis financiera: la bolsa de la
quebrada
Islandia pierde un 92,3%. De las naciones periféricas del euro, la bolsa de Atenas pierde un 75,3%, la de Dublín un 67,7%, la de Milán un 53% y la de Lisboa un 47,9%.
LAS BOLSAS EMERGENTES SALEN GANADORAS DE LA CRISIS
Desde el estallido de la crisis
subprime, el inversor en bolsa sólo encontrará ganancias los mercados emergentes, donde un buen número de parqués consiguen notables beneficios. El inversor español debe sortear además una merma inicial del 9%, que es lo que sube el IPC en los últimos cuatro años.
Pero hay que salir de Europa, ya que las
bolsas del Este siguen con números rojos, algunos con pequeñas pérdidas, como Moscú (-5,2%), pero otros, como los mercados de la ex Yugoslavia, rondando el 70% de caídas.
En
Latinoamérica, las ganancias son generalizadas: el Bovespa brasileño sube un 7,6% y México un 13,4%. Mayores son las alzas para Chile (41,2%), Colombia (56,6%) y Argentina (51,3%). Otros parqués importantes de entre los emergentes también gozan de ganancias, como Turquía (18,6%) o India (20,4%). Por el contrario, la bolsa de Shanghai arrastra pérdidas del 18,2%.
Pero las mayores subidas las viven los parqués más exóticos: la bolsa de Sri Lanka casi triplica su cotización en cuatro años, mientras que las de Bangladesh y Mongolia los duplican con suficiencia. La bolsa de Caracas se acerca al 100% de revalorización, pero el efecto divisa anularía las ganancias para un eventual inversor europeo.
[size=0.8em]Divisa ajustada a euro LAS MATERIAS PRIMAS, OTRO ACTIVO RENTABLE
Las materias primas se han erigido como activos ganadores durante la crisis al servir de valor refugio ante la renta variable e, incluso, ante la anteriormente segura deuda soberana de los países más azotados por la crisis.
El índice RJ/CRB, que mide la evolución de una cesta representativa de materias primas sube un 9%. Más significativa es la subida del RJ/CRB Non Energy, que excluye
commodities
energéticas, afectadas, en muchos casos de manera negativa por el mal comportamiento de la economía. Este índice sube casi el 40% en el periodo de crisis.
Dentro de las materias primas, los metales preciosos se erigen como los auténticos ganadores de estos cuatro años. Considerado el tradicional activo refugio, el
oro acumula una revalorización de cerca del 130%
tras superar con holgura los 1.500 dólares la onza.
Mayores son todavía las subidas de la
plata, que repunta el 175%
y llegó a acumular una ganancia de casi el 270% hasta sus máximos.
También sigue con repuntes en los cuatro años de crisis el
precio del petróleo, si bien los dos principales barriles de referencia han terminado por evolucionar de forma diferente. El Brent sube un 46% en este periodo, mientras que el precio del West Texas
sólo
repunta un 27%.
En las últimas semanas el precio de ambos barriles ha descendido. Pese a su encarecimiento, el precio era mucho más elevado a mediados de 2008. En el primer año de crisis el crudo casi llegó a duplicar su precio.
TRASLACIÓN DE LA CRISIS A LA DEUDA SOBERANA DE LA EUROZONA
La última fase de la crisis se ha centrado en la deuda pública de los países periféricos del euro. Las elevadas cifras de déficit público y la financiación de las economías con la emisión de deuda han sido un baldón irrecuperable para las economías de Grecia, sobre todo, pero también para las de Irlanda y Portugal.
Además de la subida de la rentabilidad del bono español, que ha
encarecido notablemente la financiación de España, la mejoría del bono alemán –usado como activo refugio en la crisis- ha empeorado la prima de riesgo, que registra niveles negativos récord.
Así, los sucesivos contagios de las crisis griega, irlandesa y portuguesa han ido elevando el riesgo país de España. Unas subidas que nunca han podido ser recuperadas y que se acercan peligrosamente a la cota psicológica de los 300 puntos básicos. Un nivel, según algunos analistas, que implicaría con mucha