No soy una niña.
No soy ese duende.
No soy luchadora.
No soy tu camino.
No soy buena amante.
No soy buena esposa.
No soy una flor,
ni un trozo de pan.
Sólo soy esa cara de idiota.
Idiota por tener que recordar la última vez que te pedí tu amor.
Idiota por colgar tus besos con un marco rojo por si ya no vuelvo a verlos más.
Idiota por perderme por si acaso te marchabas ya, y tirar tu confianza desde mi cama hasta esa ventana...
La esperanza es lo último que se pierde... |