本帖最后由 沐芯 于 2011-9-17 13:52 编辑
本文摘自:www.cincodias.es
这篇报道太长了,看得人眼花~~
Un decálogo para orientarse en la pesadilla griega. Una madeja de la que penden el futuro del euro, la solvencia de la banca, el sino de España y los altibajos del parqué.
1. ¿Tiene alguna posibilidad Atenas de evitar el impago?(希腊有可能避免违约吗?)
El impago de Grecia se dio por descontado el 21 de julio, cuando los socios de la eurozona asumieron como inevitable una reestructuración de su deuda que involucre a los acreedores privados. El plan, que busca evitar la bancarrota del país, fue muy criticado por las agencias de calificación de riesgo, que llegaron a hablar de quiebra encubierta.
El Gobierno heleno, por su parte, asegura que no contempla la posibilidad de caer en suspensión de pagos. Al final, se trata de una cuestión de matices, en función de si se diferencia la quiebra pura de un proceso de reestructuración controlado. Con todo, a falta de saber si el programa de julio termina aplicándose, la realidad es que Atenas ha admitido esta semana que el Estado griego solo cuenta con dinero suficiente para cubrir el pago de los salarios públicos y de las pensiones hasta el mes de octubre(希腊宣布到十月份为止还有钱支付退休金及公务员的工资). Evitar males mayores depende, en un primer momento, de que la troika -la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo- desbloqueen el último tramo del primer rescate griego. Unos 8.000 millones, sobre los 110.000 que aprobaron conceder al país en la primavera de 2010, cuando estalló la pesadilla helena. Estas ayudas han estado condicionadas en origen a fuertes esfuerzos de austeridad, que se han traducido en recortes en casi todas las partidas sociales y en subidas de impuestos. La última, aprobada ahora hace una semana, consiste en gravar con unos cuatro euros de media el metro cuadrado de vivienda, con lo que el Ejecutivo espera obtener unos 2.000 millones. Aun así, el sistema tributario griego sigue siendo incapaz de resolver la necesidad de financiación del país, y algunos prestamistas, como Finlandia, reclaman garantías adicionales. Mientras, los sacrificios en nombre de la austeridad han provocado una quincena de huelgas generales en el último año y medio.
Representantes de la troika evaluarán en octubre los avances helenos, y todo hace prever que darán luz verde a la sexta inyección del primer rescate. Pese a ello, los ajustes aprobados ahogan un poco más a Grecia que, con una tasa de paro del 16,3% y una caída del PIB del 7,3%, no tiene nada fácil encarar una deuda que Citi tasa en el 157% de su PIB o recortar un déficit que ronda el 10%. La austeridad, además, no ha traído brotes verdes, por lo pronto, y el Gobierno ha admitido que el país seguirá en recesión en 2012, por cuarto año consecutivo.
2. ¿Qué ocurriría si Grecia sale del euro?(如果希腊退出欧元区会有什么后果)
Se produciría un desastre financiero y económico, no solo para Grecia, sino también para los 16 Estados miembros que continuaran en la zona euro", vaticina un reciente informe de Citigroup, que cuestiona la supervivencia misma del proyecto político europeo y de la moneda común en caso de que Atenas salga.(据花旗银行的最新报告称,一旦希腊退出欧元区,那对欧元区的十六个成员国来说都将是一场灾难。)
Las hipótesis en las que podría producirse son dos. Una, que "la fatiga de austeridad visible y audible en Grecia", reza el informe, lleve al país a decidir que sale del club. Dos, que sea expulsada por el resto de socios en su empeño por acabar con el contagio. Uno de los motivos más plausibles, desarrolla Citi, sería la negativa del BCE a aceptar el valor en libros de la deuda helena que presentan los bancos como aval para pedir liquidez, algo que terminaría de ahogar a la banca local y que soliviantaría al resto. La salida de la moneda común iría ligada, coinciden casi todos los expertos, en el abandono de la propia Unión Europea. En ese momento, argumenta Citi, "no habría ninguna razón para que Grecia no repudie completamente toda la deuda soberana que tiene el sector privado y el BCE", que calculan posee unos 50.000 millones en papel griego. Solo el FMI, desarrolla el informe, tendría opciones de seguir reclamando su parte, dado que "Grecia necesitaría todos los amigos que pueda conseguir fuera de la UE". La situación, por tanto, desembocaría en un impago de entre el 90% y el 100%.
Grecia, que supone solo el 2% de la economía europea, tendría que acuñar divisa. Un nuevo dracma que se depreciaría instantáneamente en torno a un 40% frente al euro, calcula Citi. Un problema adicional, teniendo en cuenta que muchos contratos permanecería firmados en euros. Para los expertos del banco, el exilio de la zona euro supondría para Grecia "un colapso financiero e incluso una mayor recesión, probablemente depresión", de la que el país ya sufre.
En cuanto a sus ex socios, Citi considera que la UE se convertiría en "una bola de nieve sobre una estufa caliente". "Incluso si es Grecia quien corta el cordón umbilical", prosigue el documento, quedaría en duda la credibilidad de todo el proyecto europeo. "La salida de Grecia crearía un poderoso y muy visible precedente" que llevaría a los mercados a atacar a los países que ya han sido rescatados, Irlanda y Portugal, y, con el tiempo, a apuntar sobre Italia y España.
Lo apocalíptico del escenario hace que ni Grecia busque dejar el club -pese a la esfuerzo de austeridad que le supone- ni Europa se decida a expulsarla, aun cuando tenga que pagarle la cuenta.
3. ¿Qué medidas puede tomar la UE para evitar la debacle?(欧盟该采取什么手段以避免崩溃?)
Todo parece indicar, por lo tanto, que Europa se volcará en evitar que Grecia termine fuera del euro. Una vez se supere el bache inicial de los 8.000 millones de euros pendientes del primer rescate, la eurozona deberá concentrar sus esfuerzos en ultimar un segundo paquete que cumpla el desafío de resolver la crisis griega a largo plazo, contando con el visto bueno de los acreedores. Las bases quedaron sentadas en la cumbre del 21 de julio, pero las fuertes diferencias entre los países miembros han dificultado, hasta el momento, un modelo definitivo, recuerda Federico Esteinberg, investigador del Real Instituto Elcano. Una de las claves del programa será la flexibilización del fondo de rescate europeo (EFSF), que estaría dotado con unos 750.000 euros. Este protocolo de rescate supondría un cortafuegos para los futuros ataques del mercado a la deuda soberana europea, dado que permitiría dar capital a los bancos que lo necesiten, facilitaría líneas de crédito a países con problemas coyunturales, y permitiría comprar deuda pública de los estados con difícil acceso a financiación. Dotar de estos poderes al fondo exige el voto a favor de cada Parlamento, lo que está previsto que haya culminado a mediados de octubre. El problema es que cuanto más se retrasa el nuevo fondo, más margen tienen los mercados para atacar y el BCE, que ha asumido parte del papel que tendría el fondo, ya ha advertido que no seguirá comprando deuda indefinidamente.
El gran obstáculo, sin embargo, para acabar con debacle griega sigue siendo la participación de los acreedores privados, la banca europea principalmente, en el proceso. Si ya en julio resultó polémica la decisión de establecer quitas del 21% de la deuda pendiente, el horrible agosto que ha sufrido la Bolsa y el mercado de deuda soberana han empeorado el ya delicado escenario inicial. Los expertos hablan ya de quitas que podrían alcanzar el 80% del montante adeudado. "Es una negociación muy difícil, porque no hay una única voz, hay que hablar con cada agente por separado", cuenta Daniel Pingarrón, analista de IG Markets. Al final, se trata de que las entidades que poseen bonos griegos con vencimiento en los próximos meses acepten voluntariamente un cambio en las condiciones, que pasa por reducir tipos de interés y efectuar un canje de los títulos en cartera por bonos de larga duración.
La tercera pata del proyecto de blindaje del euro, pasa por la creación de los denominados eurobonos. Se trata de emisiones de carácter supranacional que permitirían a los países de la zona euro endeudarse bajo la marca Europa, en lugar de hacerlo con bonos de su país. La reivindicación de unos y la negativa frontal de otros se entiende al comparar el coste de endeudamiento que separa a Alemania, cuyo bono a 10 años se paga al 1,9% en el mercado secundario, frente al griego, que exige una rentabilidad del 21%. Pese a la oposición de Berlín, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, anunció el viernes que llevará a cabo un estudio de viabilidad sobre la medida. Para Pingarrón, los 8.000 millones de ayuda pendiente permitirán respirar a Grecia, la quita evitaría la quiebra y el nuevo fondo de rescate detendría la crisis soberana, pero solo la creación de los eurobonos garantizaría que la pesadilla de Europa no se vuelva a repetir.
4. ¿Será necesario recapitalizar a la banca europea?(欧洲银行需要再融资吗?)
La banca europea, principal acreedor privado de Grecia, está destinada a pagar parte de la factura de su descalabro. Solo la solución que se adopte marcará si el impacto económico es asumible por las entidades, o si exige una recapitalización generalizada del sector.
El peor de los escenarios posibles, la quiebra y salida de Grecia del euro, convertiría en papel mojado los 83.000 millones de euros en títulos helenos que almacena la banca europea. Las firmas francesas, con unos 9.900 millones en títulos helenos serían las más afectadas, seguidas de las alemanas, con unos 7.300 millones. No falta quien defiende, admiten en Renta 4, que la quiebra griega sería un mal menor, pues una vez recapitalizadas las entidades afectadas, el mercado haría borrón y cuenta nueva para la banca europea. Lo más probable, no obstante, es que esas pérdidas fueran solo el principio. La bancarrota de Grecia provocaría, presumiblemente, un efecto dominó en el resto de países del euro que convertiría en una patata caliente toda emisión soberana.
En el escenario más probable, no obstante, el de un rescate ordenado que implique una quita sobre la deuda sin desatar un contagio incontrolado en la periferia, las cifras están por ser definidas. El descuento del 21% que se planteó el 21 de julio parece, a juicio de todos los expertos, absolutamente insuficiente. Los analistas hablan de quitas que oscilan entre el 40% y el 80% de la deuda helena. La banca, que ya padece serios problemas de liquidez y duras exigencias de solvencia, contará, además, con un problema añadido a la hora de pedir dinero al BCE, que tendría problemas para aceptar deuda griega como aval.
Por otra parte, si el desprestigio de la deuda helena termina contagiando a otros países como Irlanda y Portugal, e incluso España e Italia, el impacto se multiplicaría. Un reciente informe de Barclays, que maneja una quita media del 50% para la deuda pública de todos los países periféricos, estima que el coste para el sector bancario ascendería a 233.400 millones de euros. El servicio de estudios de Goldman Sachs, por su parte, valora que el descuento no sería similar para todos los países y utiliza diferentes descuentos para su análisis. En el escenario de mayor estrés, con una quita del 80% en deuda helena, del 60% para la irlandesa y portuguesa, y del 20% para la española e italiana, establece una factura de 92.000 millones. Estas cifras implican que o los Estados o el fondo de rescate deberían recapitalizar a algunas, o a buena parte, de las entidades.
5. ¿Puede España sortear el efecto contagio?(西班牙会避免受到牵连吗)
El riesgo de contagio para la banca española es, de lejos, menor que para el resto del sector europeo. Las firmas españolas acumulan en balance unos 408 millones de euros en títulos helenos, según los datos de Banco de España. Banco Santander es la entidad con mayor cuantía, 177 millones, seguida de BBVA, con 127 millones, Bankia con 55 millones y Effibank, con 37 millones. Banco Pastor, que contaba hasta hace poco con 41 millones, ha recuperado este verano 40 millones que vencían. La gran amenaza para la banca española está pues en la segunda derivada, Portugal, un país del que posee 5.400 millones de euros en bonos. Una amenaza que atosiga al sistema financiero español en plena reestructuración y con una fuerte indigestión de ladrillo en su balance.
Dejando de lado Grecia, además, España ya tiene sus propios problemas. La mayor tasa de paro de la eurozona, del 21%, o el lastre que supone el déficit autonómico en la carrera por cumplir con los compromisos de austeridad pactados han colocado al país bajo la lupa de Bruselas. Así, entre los problemas nacionales y los de los vecinos, si Europa no logra contener los ataques del mercado la ofensiva terminaría por alcanzar directamente a España. De hecho, la inestabilidad soberana lleva tiempo saliéndole cara al país. Tanto en el mercado primario, las subastas de deuda pública del Tesoro, como en el secundario, la rentabilidad que se le exige a los bonos españoles se ha venido disparando en paralelo al agravamiento de la situación griega. En agosto, cuando la posibilidad de que el club del euro perdiera un socio parecía más real que nunca, la prima de riesgo española -la diferencia entre lo que le cuesta a Alemania endeudarse, y lo que paga España- se disparó por encima de los 400 puntos básicos.
La pronta solución que han prometido esta semana los líderes europeos ha vuelto a calmar los ánimos, y el perfil de riesgo ha caído a 342 puntos. Sin embargo, si el remedio no llega rápido, la presión sobre la marca España volverá a manifestarse de nuevo. La experiencia de los países vecinos demuestra que un país es incapaz de resistir más que a unas semanas por encima del 7% de interés sobre sus bonos a 10 años en el mercado secundario. Así le ocurrió a Grecia, Irlanda y a Portugal. Aunque el peligro no es inminente, la consecuencia última, y ahora más lejana, podría ser la suspensión de pagos de España. Todo depende del futuro de Grecia, el euro y la banca. La fortaleza europea es estos días un castillo de naipes.
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