关于苹果交付进驻汽车业的新闻我们已经不是首次听说了。如果要说最为引人注意的,无非是前段时间意大利知名汽车厂商法拉利(Ferrari)CEO自曝曾与库克会面,并进行了约为两小时的谈话。这一事件在当时激起了众多媒体的猜测,因为苹果和法拉利在各自领域都属于出类拔萃的角色,两家公司的最高执行者坐到一块聊天,苹果汽车的传闻无疑会上升到一个新的可信度。
不过,由于法拉利CEO与库克之间的谈话内容仍然是个迷,可信度再高,苹果汽车始终也只能是一种猜测。而如果这种想法是由乔布斯提出来的,果迷们又会怎么想呢?苹果董事会Mickey Drexler日前在一次接受媒体采访时透露,前CEO史蒂夫.乔布斯在去世之前,曾经提出建造所谓“iCar”的理念。
“看看现在的汽车产业,这在美国就是个悲剧,到底是谁设计这些汽车的?”Drexler在采访中引用了乔布斯的原话,并透露这位前CEO希望苹果能够在他去世之前设计出iCar,再一次改变“汽车”在人们眼里的印象,为用户打造一种全方位的驾驶体验。
不知道现在的苹果,会不会为乔布斯实现这个未完成的梦想呢?
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iCar将使“移动办公”这一概念升级,也许这回该改称“移动办公室”了 国际先驱导报特约撰稿吴语发自青岛 想要一个可以移动的办公室吗?那就把它放在四个轮子上拉走吧。德国大众汽车的总裁马丁·温特科恩最近赴美与苹果公司总裁史蒂夫·乔布斯就研发一种新型智能“甲壳虫”汽车iCar是否可行交换意见。
作为各自行业内的标杆,大众与苹果的准合作无疑将成为一场令人无比期待的时尚联姻。有西方评论员称:苹果公司的“i”字头产品所倡导的理念尽可以望文生义地理解为“自我”,期待构筑一个自我而不封闭的世堺,iPod,iPhone,下一个,将是iCar。
它不只是一辆私家车,还是一个四轮承载的办公室和娱乐中心,工作与私生活之间的堺限将进一步模糊,你可以随心所欲地掌控劳逸结合的程度。iCar计划的出炉将使“移动办公”这一概念进一步升级,使“移动办公室”成为可能。
移动办公22年 其实与“移动办公”相关的事件一直在被马不停蹄地创生着。1985年笔记本电脑诞生,将人们从台式电脑的禁锢中解救出来,挑剔情调的中产阶级开始将咖啡馆当作办公室。
时至今日,几乎所有的公共场所都有“移动办公”的痕迹,可移动的不仅是电脑,甚至是办公环境和一切配套设施。Hammacher Schlemmer出品的价值160美元的电脑行李箱就曾风行一时。它底部装有滑轮,方便旅行中的移动,自带的可调整式小桌板和折叠架可以帮助使用者在机场、候车大厅等任何地点轻松无线上网。
更绝的还有可以充气的会议室——不用时可藏于背包中,需要时整个会议室可在三分钟内自动生成,可容纳多达10人,白色尼龙材料也很适合投影,5000美金就可以全部搞定。
办公地点的转换可以在很大程度上缓解枯燥工作对白领阶层肉体与精神的双重消耗,提高工作效率的同时也有助于疏导情绪上的郁结,一举两得。有关iCar的设想无疑也是对这一理念的延续与发展,除了“i”,消费人群的兴奋点自然还与“Car”有关。
“小货车情结”和大众意识 目前关于iCar的种种细节尚在研讨之中,而一则关于乔布斯的典故又使得iCar的“降生”显得愈发耐人寻味:如今大名鼎鼎的苹果公司总裁31年前为了开办自己的第一家公司而卖掉了心爱的大众牌戈登拉姆小巴。时至今日,其心里还保有一定程度上的“小货车情结”。
另一方面,温特科恩最近对大众汽车回归“大众”的一再强调无疑是对“小货车情结”的一种惺惺相惜式的念顾,他声称为民众制造买得起的汽车才是大众公司一贯秉持的信条。同时也出于对环保运动的支持,温特科恩似乎已经下定了为大众复苏低价甲壳虫型汽车的决心,所以iCar的零售价初步定在6000欧元左右。
移动办公成汽车产业风向标 有消息称,除了温馨的大众意识和“小货车情结”,真正促成或者说刺激大众和苹果共同开发iCar的因素其实来自它们各自的老对手。福特汽车公司计划在今年秋天引进被称为Sync(取“同步”之意)的车载通信和娱乐系统,司机可以通过仪表盘及语音识别系统控制他们的数码音乐或电话留言的播放;此外,宝马等汽车厂商也闻风而动,寻求与英特尔公司合作,为他们的系列七研发了移动办公设备,该设备可以向司机们提供局域网接口和具有蓝牙功能的打印机。
业内人士称,一旦设计问题得到解决,现有的汽车技术一定可以为我们提供更大的方便。到时候,我们将会换一个角度来思考交通堵塞的问题:宝贵的时间将不再被白白浪费,它们也将被转化为我们工作的黄金时间。
iCar: el coche de Apple que Steve Jobs no llegó a crear El iCar, denominado por algunos como el 'primer coche de Steve Jobs', nació en 2007 fruto de la colaboración de los gigantes Apple -tecnológico- y Volkswagen -automovilístico-. Con una moderna imagen de líneas limpias, nunca no llegó a hacerse realidad. Sin embargo, y según ha confirmado recientemente Mickey Drexler, miembro del consejo de administración de Apple, Jobs tenía entre sus proyectos desarrollar un automóvil fiel al diseño de la compañía de la manzana.
"Mira la industria del automóvil, es una tragedia en Estados Unidos ¿Quién está diseñando los coches?", ha preguntado el directivo americano, antes de confirmar que "el sueño de Steve (Jobs) antes de morir era diseñar un iCar". No obstante, Drexler ha señalado que el difunto Jobs no tuvo tiempo para hacer ese proyecto que, a su juicio, de haberse convertido en realidad hubiera copado "probablemente el 50 por ciento del mercado" automovilístico.
Pese a su no lanzamiento, el iCar trazó unas ideas que continúan con vida propia hacia el futuro... Concretamente, nuestra mirada se transporta al año 2015. Cierra los ojos y acompáñame.
Éste es el aspecto que podría tener el iCar de Apple y Volkswagen. Un proyecto diferente que, por desgracia, no llegó a buen puerto y nunca pudo convertirse en uno de los coches de Steve Jobs que tanto se ha hablado.
El coche del futuro
Año 2015, la noche de un día de enero ha sido fría. El coche de Apple ha dormido en la calle, y necesito saber cuál es la situación: ¿seguirá viva la batería? ¿Cuánta gasolina hay en el depósito? Antes de salir 'pitando a una reunión', quiero calentar mi vehículo. Tecleo un código en mi móvil desde casa y mi coche del futuro me responde. Mis dudas se despejan: la batería está bien, quedan 17 litros en el depósito y la calefacción está en marcha.
1) Desde casa: el teléfono permitirá cerrar el coche a distancia. 2) Y comprobar si tiene combustible, líquido de frenos, etc. 3) El móvil permitirá arrancar el coche una vez dentro.
El futuro del automóvil se presenta fascinante. A los sistemas de propulsión del mañana aún le quedan unos años para madurar, pero ya podemos echar un vistazo a cómo podrán ser los habitáculos: interiores con soluciones ingeniosas, múltiples sistemas de ayuda a la conducción y tecnología, mucha tecnología. La oferta empieza a ser variada desde hace unos años: junto al iCar de Steve Jobs (Apple) y Volkswagen que se creó en su día, nacieron otras propuestas de las empresas americanas Visteon y Delphi que reinventan los mandos con ideas muy ingeniosas.
La puerta lenticular del acceso al habitáculo del iCar se encuentra en el lado del acompañante. La doble banqueta trasera sienta a los ocupantes frente a frente, como en un taxi londinense.
De vuelta al futuro, me siento en coche y lo enciendo con el móvil. Previamente, una cámara en el interior del habitáculo ha comprobado los rasgos de mi cara para verificar que soy el propietario. Frente a mis ojos se ilumina una pantalla que muestra un gran tacómetro y el cuentarrevoluciones. Luces LED recorren el techo, las puertas y los pilares. Con un pequeño 'joystick', a la derecha del volante, selecciono un mapa del navegador en 3D enorme, reduzco el tacómetro y cambio la luz interior a color azul. Así está mucho mejor.
Arranco mi coche del futuro, sitúo la palanca de cambios en posición 'D' y acelero con cuidado mientras suelto el volante. Mi vehículo sale él solito de la plaza de aparcamiento, se detiene un momento para dejar pasar otro y se incorpora al tráfico. Ya sólo me queda ocuparme del volante, acelerar y frenar sucede de forma automática y con mucha prudencia. Unas cámaras en estéreo y unos sensores de radar observan el tráfico y no dejan un hueco de mi entorno sin vigilar. Si tratara de realizar un cambio de carril peligroso, me avisaría una señal acústica de alarma.
¿Un cruce ciego? ¡No hay problema!
En el primer cruce tienen preferencia los de la derecha, aunque no lo tengo claro. Da igual: mi coche se encarga de todo. Sobre el parabrisas hay una pantalla que muestra una flecha intermitente y una campana que advierte de la llegada de un vehículo por la derecha. En el próximo cruce me toca ceder el paso, y ahora veo proyectada la señal de 'Stop': el pequeño ordenador incorporado reconoce las señales de circulación.
2015: el iCar de Steve Jobs. De haberse hecho realidad el proyecto, así podría ser el habitáculo del coche del futuro: simplicidad, claridad y pocos botones. El monitor reacciona a los movimientos de la mano.
En reposo, la consola central del iCar es una superficie lisa de color gris. Al pasar la mano derecha por encima se iluminan los mandos con botones virtuales, igual que los iconos que aparecen en el monitor del ordenador. Con la plataforma de control de audio, selecciono las canciones que quiero oír: llegan directamente de mi móvil vía Bluetooth. La pantalla muestra ahora el menú de música, mientras que el tacómetro y el navegador han reducido su tamaño.
La iluminación es agradable y el sonido insuperable: ¡conducir es un placer! Aprovecho los semáforos en rojo para leer las últimas noticias abreviadas que llegan 'online' hasta mi pantalla y que no son muy interesantes. No puedo evitar un bostezo que, inmediatamente, capta la cámara interior y hacen que el asiento vibre: “hola, conductor. ¡No te duermas!”
1960: así era antiguamente. En el Volkswagen Escarabajo de 1960 no había dificultades con los mandos. Su gran tacómetro y un par de botones era suficiente.
Surgen de la nada los botones de la consola
Una vez en la autopista, la pantalla me advierte de pronto con seis letras que parpadean: “Atasco de un kilómetro a 17 km de este punto.” La información no me llega de una centralita, como ocurría allá por el año 2008, sino de los coches que tengo por delante, que se intercambian datos importantes por radio vía WLAN: calzada deslizante, vehículo averiado o aparcamientos libres más cercanos. Las posibilidades son infinitas y se actualizan constantemente. Lo siguiente sería solicitar a un semáforo (vía WLAN) que se pusiera verde cuando el cruce estuviera despejado. Evidentemente, haría falta el permiso previo de las autoridades.
Finalmente he llegado a mi destino a bordo de iCar de Apple. Puede que haya tardado lo mismo que hace siete años, pero seguro que no fue de forma tan relajada. Es una pena que este iCar de Steve Jobs nunca llegara a convertirse en realidad.
Delphi y Visteon: dos propuestas más de habitáculo
Las funciones de control y la información de los coches crecerán progresivamente en los próximos años. Las preguntas son: ¿cómo pueden ordenarse todos esos elementos prodigiosos para hacerlos útiles y comprensibles? ¿Cómo puede lograrse una utilización fácil e intuitiva?
Delphi y Visteon han presentado algunos prototipos que muestran el habitáculo del futuro. La primera incluye modernos teléfonos móviles como el iPhone, algo que permite consultar datos y poner en funcionamiento determinadas funciones a distancia. Un gran monitor LCD muestra toda esta información, mientras que cuadro de mandos convencional desaparece y puede ser configurado al gusto del conductor. La información importante (velocidad, navegador, revisiones, etc.) aparece proyectada en el parabrisas. Este propuesta de coche del futuro se centra en la seguridad vial: una cámara sigue los gestos del conductor para captar síntomas de cansancio; los espejos exteriores son cámaras con imágenes sin ángulo muerto; y muchas funciones se controlan con un pequeño ‘joystick’ en el volante y en la zona central.
Delphi: el volante cortado favorece la visibilidad del monitor. El conductor puede configurar la información que aparece. Los datos más relevantes se proyectan en el parabrisas.
El especialista en electrónica Visteon, por su parte, se ha centrado en dos aspectos para su habitáculo (X-Wave): la conectividad y la ambientación. El iPod, el móvil o el reproductor de MP3 se conectan al coche por Bluetooth y tienen su puesto en el reposabrazos central. El acceso a las funciones se realiza a través de una consola parecida a la de Volvo que incluye botones con efectos especiales: al acercar la mano se iluminan durante un par de segundos antes de desactivarse. Si se acciona un botón, se nota una leve resistencia y se oye un ‘click’. Visteon ha contado para el X-Wave con la colaboración del gigante de la industria plástica 3M, que se ha ocupado de los indicadores con proyección en 3D y la lámina traslúcida que recubre el cuadro. Tras ella se alojan los conductores de luz LED de plástico que sirven de adorno.
Visteon y 3M han fabricado el prototipo X-Wave. El cuadro de instrumentos muestra gráficos tridimensionales. Los botones de la consola central sólo se 'despiertan' cuando se aproxima la mano. una mano. ¿Los hilos de luz con efectos ópticos son realmente necesarios?
Conclusión: el futuro de la automoción está en manos de los asistentes de ayuda a la conducción inteligentes.
Contar en todo momento con información exacta y detallada es un pilar fundamental para lograr en el coche del futuro la máxima seguridad en el tráfico. Las nuevas tecnologías que logran la interconexión y que, finalmente, se acaban convirtiendo en sistemas de asistencia para el conductor requieren un largo camino al que aún queda mucho recorrido. Dentro de este enorme ‘saco’ de ideas, algunas no son más que mero lucimiento o efecto decorativo. Pero el trasfondo de este conjunto de avances descubre cuáles son, a medio plazo, las intenciones que tiene la industria a este respecto. La dirección tomada invita al optimismo: con la ventaja que darán los asistentes inteligentes, se mejorará en gran medida la fluidez y la seguridad en el tráfico.
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