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发表于 2006-6-3 13:25:38
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Etimología
Deriva del latín Hispania que se aplicaba a toda la península ibérica.
A esta palabra latina, Hispania, no se le ha encontrado relación con ninguna raíz indoeuropea. Se han desarrollado por tanto diferentes teorías para explicar su presencia en el latín, que básicamente se pueden dividir en tres grupos:
Los escritores antiguos optaban por un origen griego de la palabra: esperos era el nombre de la primera estrella que se observaba tras el crepúsculo en el occidente. Los griegos llamaron (H)Esperia a Italia y a España, ya que se encontraban a su occidente; por una mutación de fonemas es posible que Hesperia pasara a ser Hispania. Otros creían que la palabra procedía de alguna manera del dios Pan.
Las etimologías más aceptadas actualmente prefieren suponer un origen fenicio de la misma. En 1674, el francés Samuel Bochart, basándose en un texto de Catulo donde llama a España "cuniculosa", propuso que ahí podría estar el origen de la palabra "España". De esa forma, dedujo que en hebreo (lengua semítica, emparentada con el fenicio) la palabra sf(a) n podría significar «conejo». Si esta etimología es la cierta, se debería a que los fenicios constataron la presencia de una gran población de conejos en la Península Ibérica, a la cual llamaron «Tierra de conejos». Esta teoría parece ser la más aceptada actualmente. Otra posibilidad, propuesta por el sevillano Trigueros en 1767 la derivaría del fenicio sp(a) n (norte), como era la península Ibérica con respecto al norte de África, desde donde fenicios y cartagineses llegaban a la misma.
Finalmente, algunos científicos modernos optan por un origen autóctono de la palabra, unos lo suponen relacionado con el vocablo vasco ezpaina (labio, pero que podría también interpretarse como borde o confín), mientras que otros, como el filólogo Tovar lo relacionan con Hispalis, nombre antiguo de Sevilla y también de origen incierto.
Historia
Artículo principal: Historia de España
Edad Antigua
Los íberos fueron los primeros pueblos de los que se tiene constancia escrita que ocuparon la Península Ibérica. Se sabe que había poblaciones pre-íberas, por restos arqueológicos. Los griegos y fenicios fueron los que dejaron los primeros escritos, aunque nunca entraron en contacto con ellos. Los vascos o vascones probablemente entran en esta categoría.
Actualmente, se definen los íberos por sus rasgos culturales. Según este criterio, los turdetanos o túrdulos, que ocuparon las tierras del antiguo reino de Tartessos, se consideran Íberos; mientras que, según criterios etnográficos o lingüísticos, no lo serían. La bibliografía sobre los íberos ofrece con frecuencia datos contradictorios y esto se debe a que, a veces, se adopta un criterio y otras, otro.
Puente romano de CórdobaSobre el año 1200 adC, tribus celtas, incluyendo probablemente cántabros y astures, entraron en la península por el Norte y se establecieron en gran parte de su territorio asentándose y mezclándose con los íberos. Las poblaciones que ocupaban una amplia franja entre estos dos pueblos se conocen como celtíberos. Parece ser que las montañas en que vivía el pueblo vasco nunca fueron completamente romanizadas, por lo que se considera el origen de esta población incierto, y de seguro muy antiguo, como su lengua, barajándose la posibilidad de que se tratase de una población pre-ibérica.
Alrededor del año 1100 adC los fenicios llegaron a la península y fundaron colonias, la más importante fue Gadir, la Gades romana, que hoy es Cádiz. A su vez los griegos fundaron sus colonias en la costa mediterránea de Iberia, nombre que dieron a la península.
Entre la primera y segunda de las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago, los cartagineses invadieron la península. Sus colonias más importantes las establecieron en la isla de Ibiza y en Cartagena, nombre que debiera hacer referencia a la nueva Cartago. Derrotada Cartago, Roma iniciaría una paulatina ocupación de la península, que se prolongaría a lo largo de casi 200 años. En las primeras décadas de la ocupación los romanos tuvieron que hacer frente al largo sitio de Numancia, ciudad celtíbera ubicada en las orillas del Duero, en las proximidades de la actual Soria, que se prolongaría por casi 30 años, y a la guerra de guerrillas planteada por el caudillo lusitano Viriato. Tras la muerte de Viriato (139 adC), la lucha de los pueblos prerromanos contra Roma se volvería más disgregada y esporádica, aunque no finalizaría totalmente hasta los tiempos del emperador Augusto con el sometimiento de cántabros y astures. La ocupación culminaría con el pleno dominio de la península bajo el poder romano y su conversión en provincia bajo el nombre de Hispania. El nombre de Hispania deriva de Ispania y este a su vez probablemente de una palabra púnica, con el significado de tierra de conejos. Por primera vez aparece con sentido histórico en Tito Livio 59 adC, que habla de Hispania y de hispani (hispanos, con sentido unitario).
Los habitantes de Hispania adoptaron la cultura romana, su lengua y sus leyes, adquiriendo gran importancia dentro del imperio, puesto que incluso tres emperadores romanos, Trajano, Adriano y Teodosio, además del filósofo Lucio Anneo Séneca y otros personajes importantes, nacieron en la península.
Edad Media
En el año 409, tribus germanas de suevos, alanos y vándalos invadieron la península ibérica. Pocos años después, en el 416, otra tribu germánica, los visigodos, entraron en Hispania como aliados de Roma, expulsando a alanos y vándalos y arrinconando a los suevos en Galicia. Los visigodos establecerían un reinado que perduraría hasta principios del siglo siglo VIII, del cual destaca fundamentalmente la conversión de los visigodos del arrianismo al catolicismo y las luchas contra los suevos, los bizantinos, los francos y los vascones. El carácter electivo de la monarquía visigótica determinó casi siempre una enorme inestabilidad política caracterizada por continuas rebeliones y asesinatos.
En el año 689 los árabes invaden Melilla.
El año 711 se inició la invasión musulmana de la península, convirtiéndose ésta en un emirato, o provincia del imperio árabe llamada Al-Andalus, con capital en la ciudad de Córdoba.
El avance musulmán fue rápido. En el 712 cayó Toledo, la capital Visigoda. Desde entonces fueron avanzando hacia el norte, y todas las ciudades fueron capitulando. En el 716 controlaban toda la península, aunque en el norte era más bien nominal que militar. A partir de entonces dirigieron sus esfuerzos hacia el otro lado de los Pirineos contra el reino Carolingio. Esto permitió revueltas en la poco controlada zona noroeste de la Península.
La Muralla de Ávila, construida en la Edad MediaDespués de la caída del Reino Visigodo la península quedó dominada hasta la cordillera cantábrica (donde estaba el ducado de Cantabria, formado por pueblos astures, cántabros y vascones y cierta independencia política) que junto con visigodos procedentes del sur constituyeron el reducido reducto de poblados cristianos que se irían expandiendo por la península en los siglos posteriores. En el año 718 en la actual Asturias un noble godo llamado Pelayo se subleva contra los musulmanes. La sublevación fracasa y es detenido. Hacia el 722 vuelve a intentarlo y tiene lugar lo que la historiografía castellana denominó la Batalla de Covadonga, donde Pelayo y un grupo de astures y de nobles visigodos vencieron a una expedición de reconocimiento musulmana. Este hito sirvió para marcar la época de fundación del Reino de Asturias y dar inicio al periodo conocido como la Reconquista, entendido como el restablecimiento de la España anterior a la invasión musulmana.
En la parte nororiental de la península y en la Septimania goda, los godos que habían huido al reino de los Francos pidieron ayuda a estos. Así Carlomagno emprendió una serie de campañas militares con la intención de establecer un territorio de distensión militar, más conocida como Marca. La Marca Hispánica se constituyó a principios del siglo IX para evitar la penetración de los musulmanes en el territorio del Reino de los Francos. Así fue como los francos dividieron en ese territorio en diversos condados donde señores feudales de origen franco o godo representaban al rey de los francos, teniendo por lo tanto un desarrollo diferente al que experimentaron los reinos cristianos ibéricos occidentales. Estos condados en pleno proceso de feudalización se emanciparían del dominio franco de facto después de la crisis carolingia del siglo IX, al empezar a transmitirse hereditariamente los condados, si bien hasta 988 los condes de Barcelona renovaron el pacto de vasallaje con los reyes francos.
Los siglos VIII y IX significarían un creciente poderío musulmán en la península, a pesar de los núcleos cristianos del norte. En el siglo X, Abderramán III convierte Al-Andalus en califato independiente de Damasco, con autonomía religiosa siendo una época de pujanza cultural, gracias a las innovaciones en las ciencias y en las letras y la especial atención que dedicaron al desarrollo de las ciudades. Las ciudades más importantes fueron Valencia, Zaragoza, Sevilla y Córdoba, la cual llegó a ser en el siglo X la mayor ciudad de Europa Occidental, contando con 500.000 habitantes y centro cultural de la época. Sin embargo, la decadencia llegó en el siglo XI, cuando comenzaron las pugnas entre las distintas familias reales musulmanas y el califato se desmembró en un mosaico de pequeños reinos, llamados de taifas.
Mientras tanto, cerca de los Pirineos aparecieron otros dos reinos cristianos: Navarra y Aragón. Al avanzar la expansión cristiana por la península, el Reino de Asturias dio lugar a otros como el de León, así como los condados de Castilla (posteriormente Reino) y el de Galicia (que daría origen al Reino de Portugal). Al largo de los siglos XI al XII estos reinos se dividieron y refusionaron hasta quedar sólo cuatro reinos cristianos en la península: el Reino de Castilla, la Corona de Aragón, que se había constuido mediante la unión dinástica en 1150 del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona, el Reino de Navarra y el Reino de Portugal. Así como toda una serie de reinos de Taifa musulmanes.
En el siglo XIII, Castilla, el más pujante de los reinos hispánicos, amplió sus dominios hacia el sur peninsular, mientras que la Corona de Aragón, formada, como hemos dicho, por el Reino de Aragón y los Condados catalanes, añadiría los reinos de Valencia y de Mallorca con el Rey Jaime I el Conquistador, y posteriormente formarían parte de esta Corona: Cerdeña, Sicilia y otros territorios del Oriente mediterráneo.
A finales de este periodo,1402, el Reino de Castilla inició la conquista de las islas Canarias, estas fueron ocupadas por parte de señores normandos que rendían vasallaje a este reino (si bien Portugal también tendrá pretensiones de dominio sobre este territorio). Este proceso de conquista no concluirá hasta 1496-1497.
Rendición de Granada a los Reyes CatólicosMientras en la Corona de Aragón, como resultado de la gran mortandad provocada por la epidemia de la Gran Peste de 1348, así como de las malas cosechas, que empezaron con el ciclo de 1333 ("lo mal any primer"), provocaron una gran inestabilidad tanto social, como económica. A la muerte del Rey Martín I el Humano (1410), los representantes de los Reinos que constituían la Corona de Aragón, eligieron en el Compromiso de Caspe a Fernando de Antequera, de la castellana Casa de Trastámara como futuro rey Fernando I en quien recaían por herencia materna los derechos dinásticos. A pesar de una revuelta protagonizada por el Conde de Urgel, Fernando I fue coronado y comenzó el reinado de los Trastámara en la Corona de Aragón. Después de la expansión por el Reino de Nápoles, en el periodo de Alfonso V, la Corona de Aragón sufrió una profunda crisis provocadas por así las disputas entre Juan II, hijo del de Antequera, y la Generalidad y el Consell de Cent (Consejo de Ciento), debida a la detención de su hijo y heredero Carlos de Viana, así como por las tensiones de las clases sociales entre la Busca y la Biga y las revueltas de los campesinos de "Remensa" que coincidieron con la Guerra Civil Catalana (1462 - 1472) acabaron de debilitar a la ya débil Corona aragonesa. Con la subida al trono de Fernando el Católico, segundo hijo y heredero de Juan II, (1479) las tensiones sociales se redujeron, con la firma de la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486) se asentó una nueva estructura en el campo catalán para acabar con la conflictividad del medio rural.
En 1497 se toma Melilla.
Edad Moderna
Al final de la edad media, con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, estos dos grandes reinos peninsulares se aliaron, conquistando el reino de Granada en 1492 y, posteriormente, el de Navarra en 1512. También comenzaron una política matrimonial con Portugal que culminó en 1580, cuando Felipe II de España subió a su trono, uniendo por última vez toda la península ibérica.
En 1492, se decreta la expulsión de los judíos que no hubiesen aceptado la conversión al cristianismo, imitando a Felipe IV de Francia. Cristóbal Colón, en nombre de los Reyes Católicos, llega, por primera vez, a América con sus naves. Empieza la carrera por la exploración y conquista de las tierras americanas, a la que se unirían posteriormente otros países como Portugal, Francia e Inglaterra. La Monarquía Española se convierte en uno de los estados más poderosos del mundo, gracias a las toneladas de plata y oro que se trajeron del nuevo continente..
Felipe IITras la muerte de Isabel la Católica, en 1504, su hija Juana la sucede en el trono de Castilla. Juana estaba casada con Felipe I, al que llamaron el Hermoso, hijo del Archiduque de Austria y Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico. Felipe muere muy joven y a Juana se la incapacita por loca.
Su hijo Carlos I de España hereda las Coronas de Castilla y Aragón, además del sacro Imperio Romano-Germánico y las posesiones de la Casa de Borgoña. En su madurez, decide retirarse a la vida religiosa recluyéndose en el Monasterio de Yuste (Cáceres) en 1556. Su hijo Felipe II hereda la Corona de España con todas sus posesiones y su hermano Fernando I de Habsburgo el Sacro Imperio Romano-Germánico.
Finalmente Felipe II, al anexionarse Portugal añadio a su larga lista de títulos "Rey de todas las Españas", por reinar en todos los reinos de lo que fue la antigua Hispania Romana y España Visigoda. El ordinal "segundo" lo mantuvo por respetar la via castellana (Felipe I de Castilla fue Felipe el Hermoso). Por lo tanto puede considerarse como el primer rey que usó el título de rey de España, aunque el primero que lo hizo en el sentido actual fue Felipe V.
Durante su reinado se producen la gran victoria de Lepanto en 1571 con la que se consiguió frenar la expansión de los turcos en el Mediterráneo y la desastrosa aventura de la Grande y Felicísima Armada en 1588.
España, y en mayor medida Castilla, dada la prohibición de comercio para la Corona de Aragón, sigue prosperando bajo la dinastía Habsburgo, gracias al comercio con las colonias americanas; pero al mismo tiempo sostiene guerras contra Francia, Inglaterra y las Provincias Unidas.
Cuando el último rey de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II de España, murió sin descendencia; Felipe de Borbón, sobrino nieto de Carlos II y nieto del rey de Francia, Luis XIV, le sucedió en el trono con el nombre de Felipe V de España.
En 1707 el Decreto de Nueva Planta de Felipe V unificó los distintos reinos a imagen y semejanza de Castilla. No se puede hablar de España como entidad política hasta entonces.
Mientras tanto Navarra, Euskadi y el Valle de Arán, que habían apoyado sus aspiraciones al trono de España, siguieron manteniendo sus fueros. En 1713, España firma el Tratado de Utrech con el que pierde sus posesiones europeas y, por tanto, deja de ser la primera potencia mundial.
El resto del siglo XVIII, fue el siglo de la Ilustración. Fernando VI y Carlos III, hijos y sucesores de Felipe V, hacen una política de renovación que modernizó España, en lo que se conoce como Despotismo Ilustrado. En este siglo, si bien España continúa siendo una importante potencia, Francia y el Reino Unido pasan a ocupar un protagonismo cada vez mayor en el escenario internacional.
Edad Contemporánea
La edad contemporánea no empezó muy bien para España, en 1805, en la Batalla de Trafalgar la escuadra Hispanofrancesa fue derrotada ante Gran Bretaña, con lo que significa el fin de la supremacía española en los mares mundiales a favor de Gran Bretaña, mientras Napoleón que había tomado el poder tras triunfar la Revolución Francesa, aprovechando las disputas entre Carlos IV y su hijo Fernando, ordenó el envío de su ejército contra España en 1808, imponiendo a su hermano José I en el trono. Ello ocasiona la Guerra de Independencia, que duraría 5 años. En ese tiempo se elaboró la primera Constitución española, y una de las primeras del mundo, en las denominadas Cortes de Cádiz. Fue promulgada el 19 de marzo de 1812, festividad de S. José, por lo que popularmente se la conocía como La Pepa. Tras la derrota de las tropas de Napoleón en la batalla de Vitoria en 1813; Fernando VII vuelve al trono de España. Deroga la Constitución y persigue a los liberales constitucionalistas, dando comienzo a un rígido absolutismo, al que sigue la pérdida de las principales posesiones españolas en América tras varias revoluciones lideradas por influyentes criollos como Bolivar y San Martín. A pesar de los esfuerzos realizados por España, al concluir el reinado, del antiguo imperio ultramarino tan solo quedan Cuba, Filipinas y Puerto Rico.
Isabel II de EspañaLa muerte de Fernando VII abre un periodo de fuerte inestabilidad política y económica, su hermano Carlos María Isidro se rebela contra la designación de su hija Isabel II como heredera, previa derogación de la Ley Sálica de la dinastía Borbón, que impedía la sucesión real de mujeres, en contra de la secular tradición española estallando la Primera Guerra Carlista. El Reinado de Isabel II se caracteriza por la alternancia en el poder de progresistas y moderados si bien esta alterancia se motiva más por pronunciamientos militares de ambos signos que por una pacífica cesión del poder en función de los resultados electorales.
La revolución de 1868, denominada La gloriosa, obligó a Isabel II a abandonar España. Se convocaron Cortes Constituyentes que se pronunciaron por el régimen monárquico y, a iniciativa del General Prim, se ofrece la corona a Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia. Su reinado fue breve por el cansancio provocado por los políticos del momento y el rechazo de importantes sectores de la sociedad. Se proclamó la I República, que tampoco gozó de larga vida, aunque sí muy agitada: en once meses tuvo cuatro presidentes (Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar); durante este convulso periodo se produjeron graves tensiones territoriales llegándose a producir fenómenos tan pintorescos como la declaración de la ciudad de Cartagena como "Cantón independiente" y finalizó con los pronunciamientos de los generales Martínez Campos y Manuel Pavía, que disolvió el Parlamento.
La Restauración proclama rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II. España experimenta una gran estabilidad política debida al sistema de gobierno preconizado por el político conservador Antonio Cánovas del Castillo. Se basa en el turno de los partidos Conservador (Cánovas del Castillo) y Liberal (Sagasta) en el gobierno. En 1885 murió Alfonso XII y se encargó la regencia a su viuda Maria Cristina, hasta la mayoría de edad de su hijo Alfonso XIII, nacido tras la muerte de su padre. La rebelión independentista de Cuba en 1895 induce a los Estados Unidos a intervenir en la zona y, tras el confuso incidente de la explosión del acorazado Maine el 15 de febrero de 1898 en el puerto de La Habana, declara la guerra a España. Con la derrota, España perdió sus últimas colonias (Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico) en ultramar.
Siglo XX
El siglo XX comienza con una gran crisis económica y, la subsiguiente, inestabilidad política. Hay un paréntesis de prosperidad comercial, propiciado por la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial. La sucesión de crisis gubernamentales, la marcha desfavorable de la guerra en el Rif, la agitación social y el descontento de parte del ejército, desembocan en el Golpe de Estado del general Primo de Rivera, el 13 de septiembre de 1923. Estableció una dictadura militar que fue aceptada por gran parte de las fuerzas sociales y por el propio rey Alfonso XIII.
Alfonso XIIIDurante la dictadura se suprimen libertades y derechos. La difícil coyuntura económica y el crecimiento de los partidos republicanos hace la situación cada vez más insostenible. En 1930, Primo de Rivera presenta su dimisión al rey y marcha a París, donde muere al poco tiempo. Le sucedió en la jefatura del Directorio el general, Dámaso Berenguer; y, después, por breve tiempo, el almirante Aznar. Este período fue denominado Dictablanda.
Decidido a devolver la soberanía al pueblo y restablecer la Constitución, el Rey propicia la celebración de elecciones municipales del 12 de abril de 1931 sin embargo, éstas dieron la victoria a las candidaturas republicanas en las grandes ciudades, lo que lleva al rey a abandonar el país. Se proclama la II República el 14 de abril.
Durante la República se produce una gran agitación política y social, marcada por una acusada radicalización de izquierdas y derechas. Los líderes moderados son boicoteados y cada parte pretende crear una España a su medida. Durante los dos primeros años, gobierna una coalición de partidos republicanos y socialistas. En las elecciones celebradas en 1933, triunfan las derechas y en 1936, las izquierdas. La creciente ola de violencia incluye quema de iglesias, la sublevación monárquica de Sanjurjo, la revolución de 1934 y numerosos atentados contra líderes rivales.
El 17 de julio se sublevan las guarniciones del África Española, dando comienzo la Guerra Civil. España queda dividida en dos zonas: una bajo la autoridad del gobierno republicano y otra controlada por los sublevados, en la que el general Francisco Franco sería nombrado Jefe de Estado. El apoyo alemán e italiano a los sublevados, mucho más firme que el soporte de la Unión Soviética y México a la España republicana, y los continuos enfrentamientos entre las facciones republicanas, permitieron la victoria de los sublevados el 1 de abril de 1939.
La victoria del general Franco supuso la instauración de un régimen autoritario. El desarrollo de una fuerte represión sobre los vencidos, obligó al exilio a miles de españoles y condenó a otros tantos a la muerte o al internamiento en campos de trabajo. A pesar de que Franco mantuvo al país neutral en la II Guerra Mundial, su no disimulado apoyo a las potencias del Eje, condujo a un aislamiento internacional de carácter político y económico. No obstante, los condicionamientos de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética hacen que el régimen franquista sea tolerado por las potencias occidentales y finalmente reconocido por las mismas con lo finaliza el aislamiento. Se firman acuerdos con Estados Unidos permitiendo la instalación de bases militares conjuntas hispano-norteamericanas en España. En 1956, Marruecos, que había sido protectorado español y francés, adquiere su independencia y se pone en marcha un plan de estabilización económica del país. En 1969, Franco nombra a Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, príncipe de España, su sucesor a título de Rey. A pesar de que el régimen mantuvo una ferrea represión contra cualquier oposición política, el desarrollo industrial y económico español resultó muy importante durante la dictadura.
Rey Juan Carlos, en las monedas españolas de 2 |
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