本帖最后由 空无西 于 2012-10-19 18:21 编辑
El rey de los bazares manejaba una banda con extorsionadores dirigidos por su escoltaMantenía una trama en Italia y su familia en China le gestionaba el dineroPese a su alto nivel de vida, Gao Ping apenas tenía dinero en el banco
Un enorme chalé en Somosaguas (Madrid), coches de lujo, una galería de arte, decenas de sociedades de importación-exportación y venta de ropa, contactos con políticos al más alto nivel... Pero, a pesar de su enorme tren de vida, y de que evidentemente era una de las personas más poderosas de la comunidad china, Gao Ping, el presunto líder de la organización criminal china desarticulada el martes y que blanqueaba entre 200 y 300 millones de euros al año, no tenía apenas nada en el banco. Fue así como los agentes de la brigada de crimen organizado de la Policía Nacional lo pusieron en el punto de mira hace tres años. Gracias a sus investigaciones descubrieron que su red cobraba de la inmensa mayoría de bazares chinos abiertos en el país. En mayor o menor medida, señala la policía, casi todos acababan pagando algo a Gao, lo supieran o no.
Detrás de todo hay una compleja red que incluye un sistema de sicarios y extorsionadores al servicio de la empresa, montado por el exguardaespaldas de Gao, Hai Bo; una trama de blanqueo con intermediarios españoles, israelíes y holandeses que buscan empresas que deseen a su vez lavar su propio dinero negro a través de los chinos; otra red paralela de blanqueo en Italia; dinero de origen ilícito que volvía a China a manos de la familia Gao (lo recibían su padre, X. C. X., y su hermana, C. W.); relaciones empresariales dentro de la familia (la mujer de Gao, Lizhen Yang, y dos de los hermanos de esta también están implicados en la trama, personalmente y a través de sociedades); funcionarios públicos involucrados... Un sistema perfectamente engrasado, en el que cada grupo cumplía su cometido como un reloj. El imperio de Gao Ping se fraguó a través de la importación de productos desde su país. La mercancía, consistente en ropa falsificada de distintas marcas, juguetes con el sello de seguridad de la Comunidad Europea y tabaco, entre otras cosas, llegaba a los puertos de Barcelona y Valencia en contenedores. Una vez allí, parte de esos bienes no se declaraban al entrar, o se declaraban por un valor mucho menor del real. Después, se vendía en efectivo al por mayor en las naves de Cobo Calleja (Fuenlabrada) y otros polígonos industriales, como el de Arganda del Rey (ambos en Madrid). Esas operaciones generaban una masa ingente de dinero negro que después la red de Gao enviaba de vuelta a China, al margen de los cauces legales para pagar a los proveedores, para reinvertirlo en propiedades y negocios de todo tipo en ese país. En su país de origen, su padre y su hermana se encargaban de la gestión de las remesas de dinero que llegaban.
¿Cómo se hacía el blanqueo? A través de distintos métodos, grupos y trabajadores al servicio de la organización de Gao, quien a su vez tenía un entramado empresarial formado por una quincena de sociedades: Wooden Horse Press, Novena Finca S. L., Espacio Tao, International Trade City Import-Export, la galería de arte Magee —a través de la cual decía ejercer sus labores filantrópicas como amante del arte—, la Asociación de Compañías Comerciales Chinas... Su esposa, Lizhen Yang, también detenida y con un relevante papel en la organización, aparece en el organigrama de 11 sociedades —en algunas coincide con su marido—. Dos de sus hermanos, supuestamente también parte de la red, aparecen vinculados a algunas de las empresas de Gao (como Gold City y Nuevo City Gran Oriental). Para que el ciclo completo funcionara hacía falta asegurar que todos los elementos colaboraran en la medida en la que fueran requeridos. Para ello estaba Hai Bo, el líder de una de las ramas de la organización, que en origen había sido guardaespaldas de Gao Ping. De escolta pasó a dedicarse a “la extorsión y comisión de delitos de coacciones, amenazas, delitos contra la vida e integridad de las personas e incluso trata de seres humanos”, según un escrito de Anticorrupción. Básicamente, se dedicaba a tres cosas: proteger a Gao Ping y a su familia, extorsionar a los trabajadores que necesitaban para hacer envíos de dinero a China o a otros países y amenazar a quienes tenían deudas con la red y no pagaban a tiempo.
El País
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